La Iglesia es también fiel a su misión cuando denuncia las desviaciones, las servidumbres y las opresiones de las que los hombres son víctimas. Las desigualdades contrarias a la justicia en la posesión y el uso de los bienes materiales están acompañadas y agravadas por desigualdades también injustas en el acceso a la cultura. Pero Jesús no trajo solamente la gracia y la paz de Dios; él curó también numerosas enfermedades; tuvo compasión de la muchedumbre que no tenía de que comer ni alimentarse; junto con los discípulos que le seguían practicó la limosna[101]. Dirige el transcurso de los tiempos y «renueva la faz de la tierra» (Sal 104, 30). [3] Se dedica al combate contra la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación.Habilita a personas con menos recursos a participar en los asuntos que afectan directamente sus vidas e intercede por ellos … Queriéndose liberar de Dios y ser él mismo un dios, se extravía y se destruye. 79-80: AAS 23, 1931, 203; Juan XXIII, Encíclica Mater et Magistra, n. 138: AAS 53, 1961, 439; Encíclica Pacem in terris, n. 74: AAS 55, 1963, 294-295. Reflexiones del Teólogo de la Casa Pontificia, Wojciech Giertych O.P., acerca de las Virtudes Cardinales. [85] Cf. La enseñanza social de la Iglesia nació del encuentro del mensaje evangélico y de sus exigencias —comprendidas en el Mandamiento supremo del amor a Dios y al prójimo y en la Justicia[106]— con los problemas que surgen en la vida de la sociedad. 20: AAS 68, 1976, 17. El sentido de la fe percibe toda la profundidad de la liberación realizada por el Redentor. El Estado no puede, sin cometer injusticia, limitarse a tolerar las escuelas llamadas privadas. El Santo Padre Juan Pablo II, durante una Audiencia concedida al infrascripto Prefecto, ha aprobado esta Instrucción, acordada en reunión ordinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ha ordenado su publicación. [58] Cf. No se puede admitir la pasividad culpable de los poderes públicos en unas democracias donde la situación social de muchos hombres y mujeres está lejos de corresponder a lo que exigen los derechos individuales y sociales constitucionalmente garantizados. Sin embargo, San Pablo reconoce que la Ley conserva su valor para el hombre y para el cristiano puesto que «es santa, y el precepto santo, justo, y bueno» (Rom 7, 12)[64]. Es fiel a su misión cuando se opone a los intentos de instaurar una forma de vida social de la que Dios esté ausente, bien sea por una oposición consciente, o bien debido a negligencia culpable[93]. [119] Pío XI, Encíclica Nos es muy conocida: AAS 29, 1937, 208-209; Pablo VI, Encíclica Populorum progressio, n. 31: AAS 59, 1967, 272-273. Lejos de estar superadas, las advertencias hechas parecen cada vez más oportunas y pertinentes. La experiencia de los santos y el ejemplo de tantas obras de servicio al prójimo constituyen un estímulo y una luz para las iniciativas liberadoras que se imponen hoy. El hombre, por su acción libre, debe tender hacia el Bien supremo a través de los bienes que están en conformidad con las exigencias de su naturaleza y de su vocación divina. Resulta evidente que en el marco la reconfiguración de los servicios públicos provocada en nuestro país a partir de las privatizaciones de la década de 1980, surge un nuevo modelo de ellos, forzado tanto ideológica como normativamente a partir de los cambios producidos desde la década de 1970 y que solo a fines de la década de 1990 ha empezado a … 1. En la Doctrina social de la Iglesia se entiende por principio de subsidiariedad el principio en virtud del cual el Estado solo debe ejecutar una labor orientada al bien común cuando advierte que los particulares o los organismos intermedios no la realizan adecuadamente, sea por imposibilidad o sea por cualquier otra razón. San Agustín, De Civitate Dei, XIV, 28: PL 41, 435; CSEL 40/2, 56-57; CCL 14/2, 451-452. En la Doctrina social de la Iglesia se entiende por principio de subsidiariedad el principio en virtud del cual el Estado solo debe ejecutar una labor orientada al bien común cuando advierte que los particulares o los organismos intermedios no la realizan adecuadamente, sea por imposibilidad o sea por cualquier otra razón.. Estará animada por el sentido de una solidaridad que no comporta solamente reivindicación de derechos, sino también cumplimiento de deberes. 1192. [113] Cf. 2. Aprenderá el recto uso de su decisión si aprende a concordar su voluntad a la de los demás, en vistas de un verdadero bien. El salario, que no puede ser concebido como una simple mercancía, debe permitir al trabajador y a su familia tener acceso a un nivel de vida verdaderamente humano en el orden material, social, cultural y espiritual. El profundo movimiento moderno de liberación resulta ambiguo porque ha sido contaminado por gravísimos errores sobre la condición del hombre y su libertad. Según la tradición, la historia de la Iglesia católica comienza en el año 33 [1] con Jesucristo y sus enseñanzas (c. 4 a. C. - c. 30 d. C.) y la Iglesia es una continuación de la comunidad cristiana primitiva establecida por los discípulos de Jesús. La naturaleza dual de "lo" como artículo y como pronombre, su género neutro y su origen etimológico dificultan la clasificación de la forma lo ante sintagmas adjetivales, sintagmas preposicionales y oraciones subordinadas introducidas por "que". Así, tanto en el interior de los pueblos como entre ellos, se han creado relaciones de dependencia que, en los últimos veinte años, han ocasionado una nueva reivindicación de liberación. Cristo, por medio de su cruz y resurrección, a realizado nuestra redención que es la liberación en su sentido más profundo, ya que ésta nos ha liberado del mal más radical, es decir, del pecado y del poder de la muerte. The new social question in the world and Latin America: beyond the poverty. Saca su impulso de la caridad divina. Por ello, es «raíz de cultura»[88]. De ello depende en gran parte la paz del mundo[135]. Éste es el fundamento de toda la moral cristiana y, por lo mismo, de la doctrina social de la Iglesia que es parte de esta moral. La Iglesia lee el Antiguo Testamento a la luz de Cristo muerto y resucitado por nosotros. [21] Cf. Esta promesa, que supera todas las posibilidades humanas, afecta directamente a nuestra vida en el mundo, porque una verdadera justicia debe alcanzar a todos y debe dar respuesta a los muchos sufrimientos padecidos por todas las generaciones. La pobreza que Jesús declaró bienaventurada es aquella hecha a base de desprendimiento, de confianza en Dios, de sobriedad y disposición a compartir con otros. Ha vuelto sobre el tema en otras ocasiones. El acontecimiento mayor y fundamento del Éxodo tiene, por tanto, un significado a la vez religioso y político. [10] Cf. El hombre, por su dimensión corporal, tiene necesidad de los recursos del mundo material para su realización personal y social. CAPÍTULO II VOCACIÓN DEL HOMBRE A LA LIBERTAD Y DRAMA DEL PECADO. [136] Cf. Deben llevarla a cabo, conscientes de que la finalidad de la Iglesia es extender el Reino de Cristo para que todos los hombres se salven y por su medio el mundo esté efectivamente orientado a Cristo[121]. Esta es la verdad de su ser que manifiesta por contraste lo que tienen de profundamente erróneas las teorías que pretenden exaltar la libertad del hombre o su «praxis histórica», haciendo de ellas el principio absoluto de su ser y de su devenir. El hombre, rechazando la fe en Dios, llegaría a ser verdaderamente libre. Dios es amor y verdad en la plenitud del don recíproco; es la verdad en la perfección del amor de las Personas divinas. 36. De aquí se derivan inevitablemente los desórdenes que afectan la esfera familiar y social: permisivismo sexual, injusticia, homicidio. Pero hoy, de una manera totalmente nueva a causa de los temibles retos a los que la humanidad tiene que hacer frente, se ha hecho necesario y urgente que el amor de Dios y la libertad en la verdad y la justicia marquen con su impronta las relaciones entre los hombres y los pueblos, y animen la vida de las culturas. Las nuevas comunidades eclesiales de base y otros grupos de cristianos formados para ser testigos de este amor evangélico son motivo de gran esperanza para la Iglesia. Jer 5, 23; 7, 24; 17, 9; 18, 12. Log in with Facebook Log in with Google. Principio de la doctrina social de la Iglesia según el cual a cada una de las partes que componen el cuerpo social se le deben reconocer y respetar sus derechos, ... El principio de subsidiariedad se aplica también dentro del derecho canónico, sin … El amor cristiano, gratuito y universal, se basa en el amor de Cristo que dio su vida por nosotros: «Que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, así también amaos mutuamente» (Jn 13, 34-35)[73]. Es pues la armonía con las exigencias de la naturaleza humana lo que hace que la voluntad sea auténticamente humana. El derecho a la propiedad privada no es concebible sin unos deberes con miras al bien común. El sentido primero y fundamental de la liberación que se manifiesta así es el soteriológico: el hombre es liberado de la esclavitud radical del mal y del pecado. [91] Cf. Más aún Cristo, en su condición humana, eligió un estado de pobreza e indigencia [96] a fin de mostrar en qué consiste la verdadera riqueza que se ha de buscar, es decir, la comunión de vida con Dios. Act 2, 39; Rom 10, 12; 15, 7-12; Ef 2, 14-18. La prioridad del trabajo sobre el capital convierte en un deber de justicia para los empresarios anteponer el bien de los trabajadores al aumento de las ganancias. Sus manifestaciones de poder son evidentes: la seguridad pública, el ejército, los tribunales, las adua-nas, etc. [92] Cf. [137] Cf. Las Bienaventuranzas leídas e interpretadas en todo su contexto, expresan el espíritu del Reino de Dios que viene. Quienes así ceden a las ideologías del mundo y a la pretendida necesidad de la violencia, han dejado de ser fieles a la esperanza, a su audacia y a su valentía, tal como lo pone de relieve el himno al Dios de la misericordia, que la Virgen nos enseña. Supone un reto para la política de cada Estado y un objeto de reflexión para la doctrina social de la Iglesia. Juan XXIII, Encíclica Mater et Magistra , n. 163: AAS 53, 1961, 443; Pablo VI, Encíclica Populorum progressio, n. 51: AAS 59, 1967, 282; Juan Pablo II, Discurso al Cuerpo Diplomático, 11 de enero de 1986: L'Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 19 de enero de 1986. Sal 25; 31; 35; 55; Instrucción Libertatis nuntius, IV, 5: AAS 76, 1984, 883. A la luz de la imagen de Dios, la libertad, prerrogativa esencial de la persona humana, se manifiesta en toda su profundidad. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 69; Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, nn. El hombre pecador, que rehúsa adherirse a Dios, es llevado necesariamente a ligarse de una manera falaz y destructora a la creatura. Del misterio del Verbo encarnado y redentor del mundo, ella saca la verdad sobre el Padre y su amor por nosotros, así como la verdad sobre el hombre y su libertad. La experiencia de nuestra reconciliación con el Padre es fruto del Espíritu Santo. El fin directo de esta reflexión en profundidad es la elaboración y la puesta en marcha de programas de acción audaces con miras a la liberación socio-económica de millones de hombres y mujeres cuya situación de opresión económica, social y política es intolerable. El pueblo que ha sido reducido así a la impotencia, no ha hecho más que cambiar de dueños. En el camino trazado por ella, hay que avanzar con un gran impulso de fe la cual actúa mediante la caridad[146]. Pero la justicia que debe regular las relaciones entre los hombres, y el derecho que es su expresión jurídica, pertenecen también a la trama más característica de la Ley bíblica. Si su edad es menor a la legal establecida, puede considerarse trabajo infantil y puede ser ilegal a menos que tenga, en ciertos casos, permiso de sus padres o tutores. Su capacidad de realizarse no se suprime de ningún modo por su dependencia de Dios. Este es el principio supremo de la moral social cristiana, fundada sobre el Evangelio y toda la tradición desde los tiempos apostólicos y la época de los Padres de la Iglesia, hasta la recientes intervenciones del Magisterio. Un reto formidable se lanza a la esperanza, teologal y humana. El Compendio de la doctrina social de la Iglesia y los documentos pontificios posteriores han identificado y desarrollado ampliamente cuatro “principios de la doctrina social de la Iglesia”: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad y la solidaridad. Somos liberados del amor desordenado hacia nosotros mismos, que es la causa del desprecio al prójimo y de las relaciones de dominio entre los hombres. «Los pobres son evangelizados» (Mt 11, 5): Jesús, citando las palabras del Profeta, [51]manifiesta su acción mesiánica en favor de quienes esperan la salvación de Dios. En esta voluntad de ser un dios y de someterlo todo a su propio placer se esconde una perversión de la idea misma de Dios. La esperanza es la espera segura de «otros cielos nuevos y otra nueva tierra, en que tiene su morada la justicia» (2 Pe 3, 13). Propuestas analíticas y resultados de investigación a partir del caso chileno. «Reina, por medio del servicio a Dios»[18]. Deben leerse uno a la luz del otro. Siguiendo a su Señor que «vino al mundo para salvar a los pecadores» (1 Tim 1, 15), la Iglesia quiere la salvación de todos los hombres. 23: "No es bueno que el hombre esté solo"... "Esto sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne". 1 Cor 12, 22). Los discípulos de Jesús, con el desprendimiento de las riquezas que permite compartir con los demás y abre el Reino[104], dieron testimonio mediante el amor a los pobres y desdichados, del amor del Padre manifestado en el Salvador. El centro de la experiencia cristiana de la libertad está en la justificación por la gracia de la fe y de los sacramentos de la Iglesia. En cierta manera, el trabajo es la clave de toda la cuestión social[125]. Con este criterio se pretende reducir la acción del Estado a lo que la sociedad civil no puede alcanzar por sí misma. Prioridad del trabajo sobre el capital. Fundamentos. Más aún, cada hombre está orientado hacia los demás hombres y necesita de su compañía. En efecto, en ella contemplamos la victoria del amor divino que ningún obstáculo puede detener y descubrimos a qué sublime libertad Dios eleva a los humildes. Dimensión soteriológica y ética de la liberación. Todos los hombres de buena voluntad están convocados a estas tareas, que se imponen de una manera apremiante a la conciencia cristiana. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 40, par. Pretende encontrar su centro y su unidad en si mismo. Discurso inaugural de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, Carta al Sr. K. Waldheim, Secretario General de las Naciones Unidas, con ocasión del 30 aniversario de la “Declaración universal de los derechos del hombre”, Discurso al “Meeting para la amistad de los pueblos”. [141] Cf. Pero las promesas divinas de liberación y su victorioso cumplimiento en la muerte y en la resurrección de Cristo, son el fundamento de la «gozosa esperanza» de la que la comunidad cristiana saca su fuerza para actuar resuelta y eficazmente al servicio del amor, de la justicia y de la paz. Párrafo primero del número 2 de la disposición transitoria cuarta redactado por el apartado uno del artículo único de la Ley 4/2017, de 28 de junio, de modificación de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria («B.O.E.» 29 junio). Hoy el control puede alcanzar hasta la intimidad de los individuos; y las dependencias creadas por los sistemas de prevención pueden representar también amenazas potenciales de opresión. Caritas Internationalis es una organización perteneciente a la Iglesia católica que agrupa 165 organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social. 24. El Compendio de la doctrina social de la Iglesia y el Catecismo de la Iglesia católica la definen como: "cuerpo doctrinal renovado, que se va … Implicará la participación orientada a promover el bien común nacional e internacional, y no solamente a defender intereses individuales o corporativos. Declaración Gravissimum educationis, nn. Si sus miembros permanecen fieles a esta misión, el Espíritu Santo, fuente de libertad, habitará en ellos y producirán frutos de justicia y de paz en su ambiente familiar, profesional y social. ?os de doctrina social de la Iglesia. En virtud del segundo, ni el Estado ni sociedad alguna deberán jamás substituir la iniciativa y la responsabilidad de las personas y de los grupos sociales intermedios en los niveles en los que éstos pueden actuar, ni destruir el espacio necesario para su libertad [111] . El mismo Señor Jesús ha anunciado en el Sermón de la Montaña los preceptos de la Ley nueva; con su sacrificio ofrecido en la Cruz y su resurrección gloriosa, ha vencido el poder del pecado y nos ha obtenido la gracia del Espíritu Santo que hace posible la perfecta observancia de la Ley de Dios [67] y el acceso al perdón, si caemos nuevamente en el pecado. 2199 El cuarto mandamiento se dirige expresamente a los hijos en sus relaciones con sus padres, porque esta relación es la más universal. 23. 901-902. Por la Palabra de Dios y los sacramentos, el hombre es liberado ante todo del poder del pecado y del poder del Maligno que lo oprimen, y es introducido en la comunión de amor con Dios. Justamente, es propio del ateísmo creer en una oposición irreductible entre la causalidad de una libertad divina y la de la libertad del hombre, como si la afirmación de Dios significase la negación del hombre, o como si su intervención en la historia hiciera vanas las iniciativas de éste. Encuentra su verdadero sentido en la elección del bien moral. Se apoya en la acción de Yavé que, antes de intervenir como «goel»[32], liberador, redentor, salvador de su pueblo, lo había elegido gratuitamente en Abraham[33]. Quien dispone de tecnologías tiene el poder sobre la tierra y sobre los hombres. [6] Cf. La Iglesia ha intervenido en nombre de la verdad sobre el hombre, creado a imagen de Dios. La existencia de Jesús de Nazaret —verdadero «Evangelio del trabajo»— nos ofrece el ejemplo vivo y el principio de la radical transformación cultural indispensable para resolver los graves problemas que nuestra época debe afrontar. 5; ib., 637-647. Se puede hablar entonces de estructura marcada por el pecado, pero no se pueden condenar las estructuras en cuanto tales. De ahí surgieron poderosos movimientos de liberación de la miseria mantenida por la sociedad industrial. Todo hombre, hallado digno ante el tribunal de Cristo por haber hecho, con la gracia de Dios, buen uso de su libre albedrío, obtendrá la felicidad[80]. 64. En la perspectiva de tal ideología de progreso, el hombre quería hacerse dueño de la naturaleza. Así, pues, al enseñar la confianza que se apoya en Dios, la esperanza de la vida eterna, el amor a la justicia, la misericordia que llega hasta el perdón y la reconciliación, las Bienaventuranzas permiten situar el orden temporal en función de un orden trascendente que, sin quitarle su propia consistencia, le confiere su verdadera medida. 18. 46; Act 10, 42; 2 Cor 5, 10. No adquieren, sin embargo, su significado y su valor propiamente humanos sino cuando están subordinadas a los principios morales. Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, n. 20: AAS 68, 1976, 18-19. 79: AAS 55, 1963, 294-296. Hip 1502 – Rafaela – Santa Fe – República Argentina Te: 03492-432832-433408-perspectiva histórica. Una cultura que reconozca la dignidad eminente del trabajador pondrá en evidencia la dimensión subjetiva del trabajo[127]. 45). El principiode participación. En este sentido, el hombre es causa de sí mismo. Todos los compromisos que brotan de la Doctrina Social de la Iglesia «provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Somos el Secretariado Nacional de Pastoral Social /Cáritas Colombiana, un organismo eclesial, sin ánimo de lucro, dependiente de la Conferencia Episcopal que busca la verdad, la reconciliación, la justicia y la caridad en las relaciones y estructuras básicas de nuestra sociedad. La libertad de los pequeños y de los pobres. Esta es la idea del Papa Francisco y también de toda la Doctrina Social de la Iglesia. Remember me on this computer. Juan Pablo II, Discurso inaugural de Puebla, I, 5: AAS 71, 1979, 191. Recordando el primer mandamiento, Jesús añade a continuación: «El segundo, semejante a éste, es: Amarás al prójimo como a ti mismo. [42] Cf. Desde entonces muchos miran la historia futura como un irresistible proceso de liberación que debe conducir a una era en la que el hombre, totalmente libre al fin, goce de la felicidad ya en esta tierra. Se busca una falsa liberación de las coacciones de la sociedad recurriendo a la droga, que conduce a muchos jóvenes en todo el mundo a la autodestrucción y deja familias enteras en la angustia y el dolor. De todos modos, es verdad que las estructuras instauradas para el bien de las personas son por sí mismas incapaces de lograrlo y de garantizarlo. 38. Instrucción Libertatis nuntius, IV, 5: AAS 76, 1984, 883. Juan Pablo II, Homilía en Drogheda, 30 de septiembre de 1979: AAS 71, 1979, 1076-1085; Documento de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla, nn. Las desigualdades inicuas y las opresiones de todo tipo que afectan hoy a millones de hombres y mujeres están en abierta contradicción con el Evangelio de Cristo y no pueden dejar tranquila la conciencia de ningún cristiano. La alienación, respecto a la verdad de su ser de creatura amada por Dios, es la raíz de todas las demás alienaciones. La viva percepción de los obstáculos que impiden el desarrollo de la libertad y que ofenden la dignidad humana es el origen de las grandes aspiraciones a la liberación, que atormentan al mundo actual. Él, que siendo Dios se hizo en todo semejante a nosotros, se dedicó durante la mayor parte de su vida terrestre a un trabajo manual[123].La cultura que nuestra época espera estará caracterizada por el pleno reconocimiento de la dignidad del trabajo humano, el cual se presenta en toda su nobleza y fecundidad a la luz de los misterios de la Creación y de la Redención[124].El trabajo, reconocido como expresión de la persona, se vuelve fuente de sentido y esfuerzo creador. La Escritura considera en conexión con el pecado el conjunto de calamidades que oprimen al hombre en su ser individual y social. La Bienaventuranza de la pobreza proclamada por Jesús no significa en manera alguna que los cristianos puedan desinteresarse de los pobres que carecen de lo necesario para la vida humana en este mundo. Instrucción Libertatis nuntius, IV, 3: AAS 76, 1984, 882. Cristo nos ha liberado del más radical de los males, el pecado y el poder de la muerte, para devolvernos la auténtica libertad y para mostrarnos su camino. Esta verdad que viene de Dios tiene su centro en Jesucristo, Salvador del mundo[4]. [127] Cf. En virtud del segundo, ni el Estado ni sociedad alguna deberán jamás substituir la iniciativa y la responsabilidad de las personas y de los grupos sociales intermedios en los niveles en los que éstos pueden actuar, ni destruir el espacio necesario para su libertad[111]. Anuncia con gozo la llegada mesiánica y alaba al Señor que se prepara a liberar a su Pueblo[47]. San Pablo proclama el don de la Ley nueva del Espíritu en oposición a la ley de la carne o de la concupiscencia que inclina al hombre al mal y lo hace incapaz de escoger el bien[63]. Este principio enseña que las decisiones en la sociedad deben dejarse al nivel más bajo posible, es decir al nivel más cercano de las personas sobre las que incide la decisión. Esta cultura del trabajo deberá suponer y poner en práctica un cierto número de valores esenciales. Este ha sido trazado por el mandamiento supremo, que es el mandamiento del amor. Así el obstáculo que se opone a su voluntad no siempre viene de fuera, sino de los límites de su ser. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitentia, n. 13: AAS 77, 1985, 208-211. De este modo contribuye por su parte a la creación de estas estructuras de explotación y de servidumbre que, por otra parte, pretende denunciar. De este modo, la doctrina social de la Iglesia se opone a todas las formas de colectivismo. Por consiguiente el hombre se hace libre cuando llega al conocimiento de lo verdadero, y esto —prescindiendo de otras fuerzas— guía su voluntad. La conciencia de la libertad y de la dignidad del hombre, junto con la afirmación de los derechos inalienables de la persona y de los pueblos, es una de las principales características de nuestro tiempo. [16] Cf. Afirma claramente que éste vale más por lo que es que por lo que posee. III. Dado en Roma, en la sede de la Congregación, el día 22 de marzo de 1986, Solemnidad de la Anunciación del Señor. De ahí que el Estado Contemporá-neo se presenta ante los ojos del estu-dioso, del investigador, del analista, como una realidad elemental y miste-riosa. La Iglesia quiere el bien del hombre en todas sus dimensiones; en primer lugar como miembro de la ciudad de Dios y luego como miembro de la ciudad terrena. Es verdad que, para entender adecuadamente el sentido del mensaje central de un texto, es necesario ponerlo en conexión con la enseñanza de toda la Biblia, transmitida por la Iglesia. Aunque el hombre no está a cubierto de catástrofes naturales, sin embargo han sido descartadas muchas de las amenazas de la naturaleza. Afirmará la prioridad del trabajo sobre el capital y el destino universal de los bienes materiales. En el deseo de libertad del hombre se esconde la tentación de renegar de su propia naturaleza. [117] Cf. [1] Es distinto del socialismo cristiano, aunque tienen raíces ideológicas comunes y las dos doctrinas dicen estar influidas … El amor al hermano es la piedra de toque del amor a Dios: «El que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve» (1 Jn 4, 20), San Pablo subraya con fuerza la unión existente entre la participación en el sacramento del Cuerpo y Sangre de Cristo y el compartir con el hermano que se encuentra necesitado[76]. Incluso un profano en materia económica sabe lo suficiente como para afirmar que, a partir de la primera mitad de los años 90, todos los sistemas de bienestar europeos han tenido que afrontar la transformación, profunda y a veces confusa, del contexto social en el que se habían desarrollado. 1-4: AAS 63, 1971, 401-404. Nuestro actuar y trabajo siempre son iluminados por el Evangelio y por la doctrina social de … Declaración Dignitatis humanae, n. 10. La doctrina social de la Iglesia es el conjunto de enseñanzas sociales que la Iglesia católica llama a practicar a cualquier cristiano o persona de cualquier origen y lugar, fundado en el Evangelio, en el Magisterio y en la Tradición. 35. Entre las naciones dotadas de fuerza y las que no la tienen se han instaurado nuevas relaciones de desigualdad y opresión. ... Principio de Subsidiariedad: Las autoridades cumplen un rol. Despreciar a Dios y volverse a la creatura. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 37. La Iglesia debe mirar hacia ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión. De los 49 países que conforman el continente europeo, en aproximadamente 13 de ellos está vigente la recaudación del de impuesto eclesiástico: Alemania, Austria, Portugal, Hungría, Italia, Croacia, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Suiza, España, Polonia e Islandia. El Magisterio de la Iglesia en muchas ocasiones ha levantado su voz en favor de esta causa. I. En este conjunto de leyes, el amor a Dios sobre todas las cosas [35] y al prójimo como a sí mismo [36] constituye ya el centro. El sentido de la fe, tan vivo en los pequeños, sabe reconocer a simple vista toda la riqueza a la vez soteriológica y ética del Magnificat[48]. El destino universal de los bienes. Lv 25, 25. 68; Santa Sede, Carta de los derechos de la familia, art. 1. Por lo general —en este terreno como en otros— el Estado tiene una función subsidiaria; pero con frecuencia puede ser llamado a intervenir directamente, come en el caso de acuerdos internacionales entre los diversos Estados. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitentia, n. 16: AAS 77, 1985, 213-217. Constituye uno de los fundamentos de la doctrina social de la Iglesia. La alimentación está garantizada a un número de personas cada vez mayor. [34] Cf. Así, especialmente en las ciencias históricas y en las humanas, se ha desarrollado un nuevo conocimiento del hombre, orientado a ayudarle a comprenderse mejor en lo que atañe a su desarrollo personal o a las condiciones fundamentales de la formación de la comunidad. Cuando la confianza en el derecho no parece ofrecer ya una protección suficiente, se buscan la seguridad y la paz en la amenaza recíproca, la cual viene a ser un peligro para toda la humanidad. Cuando las autoridades políticas regulan el ejercicio de las libertades, no han de poner como pretexto exigencias de orden público y de seguridad para limitar sistemáticamente estas libertades. El movimiento moderno de liberación se había fijado un objetivo político y social. Primacía de las personas sobre las estructuras. Si, aun siendo una persona adulta, no presta los … La Iglesia, experta en humanidad, ofrece en su doctrina social un conjunto de principios de reflexión, de criterios de juicio[107] y de directrices de acción [108] para que los cambios en profundidad que exigen las situaciones de miseria y de injusticia sean llevados a cabo, de una manera tal que sirva al verdadero bien de los hombres. Los graves problemas socio—económicos que hoy se plantean, no pueden ser resueltos si no se crean nuevos frentes de solidaridad: solidaridad de los pobres entre ellos, solidaridad con los pobres, a la que los ricos son llamados, y solidaridad de los trabajadores entre sí. 3. Por una parte, la perfección técnica ha sido aplicada a perpetrar genocidios; por otra, unas minorías, practicando el terrorismo que causa la muerte de numerosos inocentes, pretenden mantener a raya naciones enteras. La liberación en vistas de un conocimiento de la verdad, que es la única que dirige la voluntad, es condición necesaria para una libertad digna de este nombre. Cristo centro del PEI de nuestras escuelas Propósito del Plan de Formación Ciudadana Plan de Formación Ciudadana sustentado en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia Ejes temáticos Se impone, por tanto, un esfuerzo generoso de evangelización de las culturas, las cuales se verán regeneradas en su reencuentro con el Evangelio. Esto supone reconocer que «el amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un … Cf. La moral y Dios, ¿obstáculos para la liberación? Mt 24, 29-44. Ya desde ese momento Satanás está en dificultad; él, que tiene el poder de la muerte, ha sido reducido a la impotencia mediante la muerte de Cristo[60]. Con objeto de reforzar el principio de seguridad jurídica, sin alterar la intención inicial del legislador, y en consonancia con lo dispuesto en los apartados 1 y 4 de la disposición transitoria única, se estima necesario modificar la redacción de su apartado 3 para aclarar que la retroactividad que la ley contempla se refiere sólo a los expedientes que a 27 de julio de 2005 … Al anunciar y preparar esta nueva era, los Profetas denuncian con vigor las injusticias contra los pobres; se hacen portavoces de Dios en favor de ellos. Primero la familia y luego el estado El término subsidiariedad y su expresión sinónima «la acción subsidiaria» han sido introducidos por la Doctrina Social de la Iglesia a partir de Pío XI, dando una acepción nueva al adjetivo «subsidiario» y a su sustantivo matriz «subsidio». La doctrina social de la Iglesia no propone ningún sistema particular, pero, a la luz de sus principios fundamentales, hace posible, ante todo, ver en qué medida los sistemas existentes resultan conformes o no a las exigencias de la dignidad humana. Con su doctrina social, la Iglesia ofrece una valiosa contribución a la problemática que presenta la actual economía globalizada. [138] Cf. Pablo VI, Carta Apostólica Octogesima adveniens, n. 25: AAS 63, 1971, 419-420. Los hombres, privados de la gracia divina, han heredado una naturaleza mortal, incapaz de permanecer en el bien e inclinada a la concupiscencia[27]. 6; Pío XI, Encíclica Divini illius Magistri, nn. El principiode solidaridad. La situación del pobre es una situación de injusticia contraria a la Alianza. El Evangelio es un mensaje de libertad y una fuerza de liberación[31] que lleva a cumplimiento la esperanza de Israel, fundada en la palabra de los Profetas. La injusticia contra los pequeños y los pobres es un pecado grave, que rompe la comunión con Yavé. Con ello, la doctrina social de la Iglesia se opone a todas las formas de individualismo social o político. 894-895. El reconocimiento de un orden jurídico como garantía de las relaciones dentro de la gran familia humana de los pueblos se ha debilitado cada vez más. Complementaria: Mediante su obediencia perfecta en la Cruz y mediante la gloria de su resurrección, el Cordero de Dios ha quitado el pecado del mundo y nos ha abierto la vía de la liberación definitiva. Él es la fuente del valor, de la audacia y del heroísmo: «Donde está el Espíritu del Señor está la libertad» (2 Cor 3, 17). Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, n. 6: AAS 73, 1981, 589-592. Habrá que condenar con el mismo vigor la violencia ejercida por los hacendados contra los pobres, las arbitrariedades policiales así como toda forma de violencia constituida en sistema de gobierno. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 60; Juan Pablo II, Discurso en la UNESCO, 2 de junio de 1980, n. 8: AAS 72, 1984, 739-740. 2010 • Carlos E Barba Solano. Ella llama al hombre y a las sociedades a vencer las situaciones de pecado y de injusticia, y a establecer las condiciones para una verdadera libertad. Pablo VI, Encíclica Populorum progressio , n. 55: AAS 59, 1967, 284. Caritas Internationalis es una organización perteneciente a la Iglesia católica que agrupa 165 organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social. La democracia cristiana es una rama del conservadurismo que tiene sus orígenes en el pensamiento de figuras tales como Jacques Maritain, Emmanuel Mounier o Luigi Sturzo, la doctrina social de la Iglesia católica y la ética social protestante. Esto es verdad también allí donde aquella búsqueda y aspiración encarnan formas aberrantes que se oponen a la visión cristiana del hombre y de su destino. El Principio de Subsidiariedad en Materia Económica. [8] Instrucción Libertatis nuntius, XI, 10: AAS 76, 1984, 905-906. 11. Unas relaciones de trabajo justas prefigurarán un sistema de comunidad política apto a favorecer el desarrollo integral de toda la persona humana. Ha de reconocer que la persona del trabajador es principio, sujeto y fin de la actividad laboral. mundo, han contribuido en estos últimos tiempos a profundizar la doctrina social de la Iglesia. Esto hizo comprender a la comunidad cristiana que las leyes y los actos de las autoridades de los diversos pueblos, aunque legítimos y dignos de obediencia, [68]no podrán sin embargo pretender nunca, en cuanto que proceden de ellas, un carácter sagrado. [3] Pablo VI, Carta Apostólica Octogesima adveniens, nn. Los «pobres de Yavé» saben que la comunión con Él [44]es el bien más precioso en el que el hombre encuentra su verdadera libertad[45]. Por esta razón, no existe auténtico desarrollo si no es en un sistema social y político que respete las libertades y las favorezca con la participación de todos. PARRA, Freddy Pensamiento Social de la Iglesia y Ciencias Sociales: Horizontes Teol? De Le? 10. Por su parte, Lutero, partiendo de la lectura de San Pablo, intentó luchar por la liberación del yugo de la Ley, representado para él por la Iglesia de su tiempo. Los 7 principiosde la doctrina social de la iglesia El principiodel bien común. En realidad el hombre, cuando atribuye a las creaturas una carga de infinitud, pierde el sentido de su ser creado. La combinación de estos tres pilares constituye la base sólida de todo el edificio político. Este tema ha sido también tratado en el Sínodo de los Obispos en 1971 y 1974. La Iglesia, fiel a su propia finalidad, irradia la luz del Evangelio sobre las realidades terrenas, de tal manera que la persona humana sea curada de sus miserias y elevada en su dignidad. Análisis de las Constituciones Peruanas de 1979 y 1993; III. Dios no ha creado al hombre como un «ser solitario», sino que lo ha querido como un «ser social»[20].La vida social no es, por tanto, exterior al hombre, el cual no puede crecer y realizar su vocación si no es en relación con los otros. Cuando el hombre quiere liberarse de la ley moral y hacerse independiente de Dios, lejos de conquistar su libertad, la destruye. Es cierto que ante la amplitud y complejidad de la tarea, que puede exigir la donación de uno hasta el heroísmo, muchos se sienten tentados por el desaliento, el escepticismo o la aventura desesperada. Párrafo primero del número 2 de la disposición transitoria cuarta redactado por el apartado uno del artículo único de la Ley 4/2017, de 28 de junio, de modificación de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria («B.O.E.» 29 junio). Esto exige que se busque prioritariamente la consolidación o la creación de nuevos puestos de trabajo para la producción de bienes realmente útiles. Mt 22,36-40)». Instrucción Libertatis nuntius, Introducción: AAS 76, 1984, 876. A la luz del Evangelio, un buen número de leyes y de estructuras parecen que llevan la marca del pecado y prolongan su influencia opresora en la sociedad. De esta dignidad derivan unos derechos, y unos deberes naturales. ... importantes, en realidad son las más necesarias (cfr. Preguntas y respuestas actividad práctica doctrina social de la iglesia lee sintetiza el significado de cada uno de los principios de la doctrina social de la. GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA.indd 1 4/16/12 10:23:05 AM GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA.indd 2 4/16/12 10:23:07 AM GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA.indd 3 4/16/12 10:23:08 AM Universidad Na En esta experiencia de salvación el hombre descubre el verdadero sentido de su libertad, ya que la liberación es restitución de la libertad. Supone un reto para la política de cada Estado y un objeto de reflexión para la doctrina social de la Iglesia. Además el sentido de la misericordia completa el de la justicia, impidiéndole que se encierre en el círculo de la venganza. El texto entre paréntesis, fue declarado EXEQUIBLE en la misma Sentencia, siempre que se entienda que, en los procesos de investigación de la paternidad o maternidad y de impugnación de la paternidad o maternidad, le corresponde al juez del proceso, en cada caso concreto, determinar a la luz del principio de interés superior del menor y de las circunstancias … II. Vocación del hombre a «dominar» la naturaleza. Los hijos de Abraham fueron llamados a entrar con todas las naciones en la Iglesia de Cristo, para formar con ellas un solo Pueblo de Dios, espiritual y universal[49]. El cristiano preferirá siempre la vía del diálogo y del acuerdo. La participación, indica el Compendio, es uno de los pilares del sistema democrático. Is 41,14; Jer 50, 34. Anunciado por los Profetas como el Mesías de los pobres[99], fue entre ellos, los humildes, los «pobres de Yavé», sedientos de la justicia del Reino, donde él encontró corazones dispuestos a acogerle. Evangelización y promoción de la justicia. Puesto que el bien común de la sociedad humana está al servicio de las personas, los medios de acción deben estar en conformidad con la dignidad del hombre y favorecer la educación de la libertad. INTRODUCCIÓN. Según la tradición, la historia de la Iglesia católica comienza en el año 33 [1] con Jesucristo y sus enseñanzas (c. 4 a. C. - c. 30 d. C.) y la Iglesia es una continuación de la comunidad cristiana primitiva establecida por los discípulos de Jesús. Instrucción Libertatis nuntius, XI, 10: AAS 76, 1984, 905-906. Dimensiones sociales del hombre y gloria de Dios. De Él, que es «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6), la Iglesia recibe lo que ella ofrece a los hombres. principio de subsidiariedad. [135] Cf. Todos los libros del Nuevo Testamento dan testimonio de esta riqueza inagotable de sentimientos de la que es portador el amor cristiano al prójimo[72]. 78-80: AAS 68, 1976, 70-75; Declaración Dignitatis humanae, n. 3; Juan Pablo II, Encíclica Redemptor hominis, n. 12: AAS 71, 1979, 278-281. San Pablo nos lo advierte: «Para que gocemos de libertad, Cristo nos ha hecho libres» (Gal 5, 1). El Pueblo de Dios de la Nueva Alianza es la Iglesia de Cristo. Ella sabe que la cruz redentora es en verdad el origen de la luz y de la vida, y el centro de la historia. Esta dimensión está llamada a encontrar su realización en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. El Evangelio de Jesucristo, al revelar al hombre su cualidad de persona libre llamada a entrar en comunión con Dios, ha suscitado una toma de conciencia de las profundidades de la libertad humana hasta entonces desconocidas. Otro tanto han hecho numerosos estudiosos, en todos los Continentes. Cuando la Iglesia alienta la creación y la actividad de asociaciones —como sindicatos— que luchan por la defensa de los derechos e intereses legítimos de los trabajadores y por la justicia social, no admite en absoluto la teoría que ve en la lucha de clases el dinamismo estructural de la vida social. Descubrimiento científico y progreso moral. Según el mandato de Cristo Señor[5], la verdad evangélica debe ser presentada a todos los hombres, los cuales tienen derecho a que ésta les sea proclamada. La ideología individualista inspirada por esta concepción del hombre ha favorecido la desigual repartición de las riquezas en los comienzos de la era industrial, hasta el punto que los trabajadores se encontraron excluidos del acceso a los bienes esenciales a cuya producción habían contribuido y a los que tenían derecho. Estos principios fundamentan los criterios para emitir un juicio sobre las situaciones, las estructuras y los sistemas sociales. COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA . La libertad no es la libertad de hacer cualquier cosa, sino que es libertad para el Bien, en el cual solamente reside la Felicidad. No obstante, esta distinción no supone una separación, pues la vocación del hombre a la vida eterna no suprime sino que confirma su deber de poner en práctica las energías y los medios recibidos del Creador para desarrollar su vida temporal[82]. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 39, par. El tema de la libertad y de la liberación tiene un alcance ecuménico evidente. La Iglesia de Cristo, iluminada por el Espíritu del Señor, puede discernir en los signos de los tiempos los que son prometedores de liberación y los que, por el contrario, son engañosos e ilusorios. [82] Cf. A partir de esta noción de libertad se precisa el alcance de la noción de liberación temporal; se trata del conjunto de procesos que miran a procurar y garantizar las condiciones requeridas para el ejercicio de una auténtica libertad humana. La historia del hombre se desarrolla sobre la base de la naturaleza que ha recibido de Dios, con el cumplimiento libre de los fines a los que lo orientan y lo llevan las inclinaciones de esta naturaleza y de la gracia divina. Esta requiere su aplicación en el terreno del trabajo industrial y de una manera más particular en el del trabajo agrícola[132]. Por el contrario, un orden social injusto es una amenaza y un obstáculo que pueden comprometer su destino. El ideal y el bosquejo ya existen entonces en una sociedad centrada en el culto al Señor y fundamentada sobre la justicia y el derecho animados por el amor. 1. ... importantes, en realidad son las más necesarias (cfr. 27 b). [54] Cf. Una nueva fase de la historia de la libertad. Is 11, 1-5; Sal 72, 4. Pecando el hombre se engaña a si mismo y se separa de la verdad. La opción preferencial por los pobres, lejos de ser un signo de particularismo o de sectarismo, manifiesta la universalidad del ser y de la misión de la Iglesia. Dios, al crear libre al hombre, ha impreso en él su imagen y semejanza[17]. [142] Cf. Sus manifestaciones de poder son evidentes: la seguridad pública, el ejército, los tribunales, las adua-nas, etc. La libertad de pensamiento, como condición de búsqueda de la verdad en todos los dominios del saber humano, no significa que la razón humana debe cerrarse a la luz de la Revelación cuyo depósito ha confiado Cristo a su Iglesia. Son así conscientes de tener parte en el conocimiento más alto al que está llamada la humanidad[14]. Son pilares fundamentales de nuestra convivencia y verdadera garantía para que el abuso del Estado no entre en la vida privada y en la actividad pública de los ciudadanos y las familias. Los cristianos, laicos y pastores, no han dejado de luchar por un equitativo reconocimiento de los legítimos derechos de los trabajadores. Serán fieles a su misión en la medida en que procuren educar a sus miembros en la integridad de la fe cristiana, mediante la escucha de la Palabra de Dios, la fidelidad a las enseñanzas del Magisterio, al orden jurídico de la Iglesia y a la vida sacramental. Por el sacrificio de Cristo las prescripciones cultuales del Antiguo Testamento se han vuelto caducas. Al mismo tiempo está cargado de promesas de verdadera libertad y amenazas de graves servidumbres. Respecto a las aplicaciones concernientes a las diversas situaciones locales, toca a las Iglesias particulares -en comunión entre sí y con la Sede de Pedro- proveer directamente a ello[3]. 311-314; 317-318; 548. El texto entre paréntesis, fue declarado EXEQUIBLE en la misma Sentencia, siempre que se entienda que, en los procesos de investigación de la paternidad o maternidad y de impugnación de la paternidad o maternidad, le corresponde al juez del proceso, en cada caso concreto, determinar a la luz del principio de interés superior del menor y de las circunstancias … Su constitución jerárquica estaría opuesta a la igualdad; su Magisterio estaría opuesto a la libertad de pensamiento. Pero Jesús quiso también mostrarse cercano a quienes —aunque ricos en bienes de este mundo— estaban excluidos de la comunidad como «publicanos y pecadores», pues él vino para llamarles a la conversión[100]. Password. La misma Iglesia es el germen y el comienzo del Reino de Dios aquí abajo, que tendrá su cumplimiento al final de los tiempos con la resurrección de los muertos y la renovación de toda la creación[77]. Rom 6, 4; 2 Cor 5, 17; Col 3, 9-11. [88] Cf. Más aún, el Hijo de Dios, que se ha hecho pobre por amor a nosotros [52] quiere ser reconocido en los pobres, en los que sufren o son perseguidos[53]: «Cuantas veces hicisteis esto a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40)[54]. La educación que da acceso a la cultura es también educación en el ejercicio responsable de la libertad. A dicho fundamento, que es la dignidad del hombre, están íntimamente ligados el principio de solidaridad y el principio de subsidiariedad. Su doctrina abarca, por consiguiente, todo el orden moral y, particularmente, la justicia, que debe regular las relaciones humanas. Compete a los Pastores de la Iglesia, en comunión con el Sucesor de Pedro, discernir su autenticidad. Cuando el Estado reivindica el monopolio escolar, va más allá de sus derechos y conculca la justicia. [48] Cf. Sin embargo, por su libertad, el hombre continúa siendo dueño de su actividad. Ciertamente, la Iglesia es consciente de la complejidad de los problemas que han de afrontar las sociedades y también de las dificultades para encontrarles soluciones adecuadas. Los obispos latinoamericanos la han evocado igualmente en el Mensaje a los pueblos de América Latina, n. 8, y en el Documento de Puebla, nn. Se ha constituido en una doctrina, utilizando los recursos del saber y de las ciencias humanas; se proyecta sobre los aspectos éticos de la vida y toma en cuenta los aspectos técnicos de los problemas pero siempre para juzgarlos desde el punto de vista moral. El tercer principio clásico de la doctrina social es el principio de la subsidiariedad. Pero es sobre todo en el siglo de las Luces y con la Revolución francesa cuando resuena con toda su fuerza la llamada a la libertad. Ahora bien, la libertad exige unas condiciones de orden económico, social, político y cultural que posibiliten su pleno ejercicio. RIVAS, Ezequiel Cien a? Esta contenía, junto con los preceptos morales universales del Decálogo, normas cultuales y civiles que debían regular la vida del pueblo escogido por Dios para ser su testigo entre las naciones. En el Antiguo Testamento la acción liberadora de Yavé, que sirve de modelo y punto de referencia a todas las otras, es el Éxodo de Egipto, «casa de esclavitud». A la luz de esta imagen, podemos decir que el principio de subsidiariedad permite a cada uno asumir el propio rol para el cuidado y el destino de la sociedad. Tal es su dignidad que ninguno de los poderosos puede arrebatársela; tal es la alegría liberadora presente en ellos. La técnica. Qué es la Doctrina Social de la Iglesia y por qué existe. Los derechos del hombre y «las libertades». Los esfuerzos desplegados han llevado a notables resultados. 1245. Pero el Señor Jesús le ha confiado la palabra de verdad capaz de iluminar las conciencias. [84] Cf. 29. Dado que la relación entre la persona humana y el trabajo es radical y vital, las formas y modalidades, según las cuales esta relación sea regulada, ejercerán una influencia positiva para la solución de un conjunto de problemas sociales y políticos que se plantean a cada pueblo. Somos el Secretariado Nacional de Pastoral Social /Cáritas Colombiana, un organismo eclesial, sin ánimo de lucro, dependiente de la Conferencia Episcopal que busca la verdad, la reconciliación, la justicia y la caridad en las relaciones y estructuras básicas de nuestra sociedad. En realidad, se convierte en esclavo; pues al rechazar a Dios rompe el impulso de su aspiración al infinito y de su vocación a compartir la vida divina. Necesidad de una transformación cultural. A menudo la voluntad del momento no es la voluntad real. Autor: También lo son sus múltiples El amor al prójimo no tiene límites; se extiende a los enemigos y a los perseguidores. Así es como el apóstol Pablo describe al mundo pagano, llevado por la idolatría a las peores aberraciones que arruinan al individuo y a la sociedad[28]. La acción que preconiza no es la lucha de una clase contra otra para obtener la eliminación del adversario; dicha acción no proviene de la sumisión aberrante a una pretendida ley de la historia. Pero nosotros hemos recibido la fuerza y la certeza de nuestra victoria sobre el mal, victoria del amor de Cristo a quien nada se puede [62]resistir. Y ayuda a perfeccionar y elevar una dimensión moral que pertenece ya a la naturaleza humana y de la que la Iglesia se preocupa, consciente de que es un patrimonio común a todos los hombres en cuanto tales. Juan Pablo II, Encíclica Redemptor hominis, n. 15: AAS 71, 1979, 286. Su ley es el mandamiento del amor. El ateísmo constituye para él la verdadera forma de emancipación y de liberación del hombre, mientras que la religión o incluso el reconocimiento de una ley moral constituirían alienaciones. Una de las injusticias mayores de nuestro tiempo en muchas naciones es la de mantener al pueblo al margen de la vida cultural, social y política. [2] La Iglesia considera que sus obispos son los sucesores de los apóstoles de Jesús y el líder de la Iglesia, el Obispo de … También lo son sus múltiples Cristo nos ha dado el mandamiento del amor a los enemigos[116]. La fe es inspiradora de criterios de juicio, de valores determinantes, de líneas de pensamiento y de modelos de vida, válidos para la comunidad humana en cuanto tal[141]. Entre ambos documentos existe una relación orgánica. [124] Cf. Entonces, Dios «enjugará las lágrimas de sus ojos, y la muerte no existirá más, ni habrá duelo, ni gritos, ni trabajo, porque todo esto es ya pasado» (Ap 21, 4). 1 Cor 11, 17-34; Instrucción Libertatis nuntius, IV, 11: AAS 76, 1984, 884; San Pablo mismo organiza una colecta en favor de los "pobres entre los santos de Jerusalén", Rom 15, 26. Esta es la razón por la que la Iglesia no puede expresarla mediante categorías sociológicas e ideológicas reductivas, que harían de esta preferencia una opción partidista y de naturaleza conflictiva. Lo hemos hecho como pastores que queremos seguir impulsando la acción evangelizadora de la Iglesia, llamada a hacer de todos sus miembros discípulos y misioneros de Cristo, Camino, Verdad y Vida para que nuestros pueblos tengan vida en Él. Principios de la doctrina social de la Iglesia Esta preocupación de la Iglesia se concreta en valores que sirven de base para la actuación social. Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, n. 48: AAS 68, 1976, 37-38. El mismo sentido de la fe del Pueblo de la Dios, en su devoción llena de esperanza en la cruz de Jesús, percibe la fuerza que contiene el misterio de Cristo Redentor. [109] Cf. Pablo VI, Audiencia general, 31 de diciembre de 1975: L'Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 4 de enero de 1976, pág. Éste es un principio importante de la interpretación bíblica, que tiene en cuenta que el Espíritu Santo no inspiró sólo una parte, sino la Biblia entera, y que en … De ahí han surgido formas de desigualdad, hasta ahora desconocidas, entre los poseedores del saber y los simples usuarios de la técnica. [105] Cf. El principio de reserva eclesiástica le obligaba a abdicar en lugar de forzar la conversión de sus súbditos (la reserva sólo fue tolerada por los príncipes protestantes porque la Declaratio Ferdinandea les aseguró que las ciudades y haciendas ya reformadas en territorios espirituales no serían convertidas por la fuerza ni forzadas a emigrar), pero se declaró en paridad religiosa … [90] Cf. La tradición cristiana, en los Padres y Doctores de la Iglesia, ha explicitado esta doctrina de la Escritura sobre el pecado. El Éxodo, la Alianza, la Ley, la voz de los Profetas y la espiritualidad de los «pobres de Yavé» alcanzan su pleno significado solamente en Cristo. Mediante la audacia de la transgresión pretende llegar a ser adulto y libre, y reivindica esta emancipación no sólo para él sino para toda la humanidad. "Goel": esta palabra se aplica a la idea de un lazo de parentesco entre el que libera y el que es liberado; cf.
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