23, a. 46Cf. b) Iglesia, Reino de Dios y renovación de las relaciones sociales. La autoridad política es el instrumento de coordinación y de dirección mediante el cual los particulares y los cuerpos intermedios se deben orientar hacia un orden cuyas relaciones, instituciones y procedimientos estén al servicio del crecimiento humano integral. Los acontecimientos vinculados a la revolución industrial trastornaron estructuras sociales seculares, ocasionando graves problemas de justicia y dando lugar a la primera gran cuestión social, la cuestión obrera, causada por el conflicto entre capital y trabajo. Sollicitudo rei socialis, 40: AAS 80 (1988) 568; Catecismo de la Iglesia Católica, 1929. Esta exigencia radica en el significado, que la Iglesia misma da a la propia doctrina social, de « corpus » doctrinal unitario que interpreta las realidades sociales de modo orgánico.344 La atención a cada uno de los principios en su especificidad no debe conducir a su utilización parcial y errónea, como ocurriría si se invocase como un elemento desarticulado y desconectado con respecto de todos los demás. Redemptor hominis, 11: AAS 71 (1979) 276: « Justamente los Padres de la Iglesia veían en las distintas religiones como otros tantos reflejos de una única verdad “como gérmenes del Verbo”, los cuales testimonian que, aunque por diversos caminos, está dirigida sin embargo en una única dirección la más profunda aspiración del espíritu humano ». Populorum Progressio, 44: AAS 59 (1967) 279; Juan Pablo II, Exh. Concilio Vaticano II, Decr. Mater et magistra: AAS 53 (1961) 417-421; Id., Carta enc. También la solidaridad internacional es una exigencia de orden moral; la paz del mundo depende en gran medida de ella: cf. Gaudium et spes, 91: AAS 58 (1966) 1113. 733Cf. Evangelium vitae, 35: AAS 87 (1995) 440-441; Catecismo de la Iglesia Católica, 1721. Redemptoris missio, 11: AAS 83 (1991) 259-260. Las « Semanas Sociales » de los católicos representan un importante ejemplo de institución formativa que el Magisterio siempre ha animado. 9Juan Pablo II, Exh. ¿De qué valen tantas conquistas si su precio es, no raras veces, insoportable? Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica del hombre ».593 Y « pertenece al patrimonio estable de la doctrina de la Iglesia ».594, Entre trabajo y capital debe existir complementariedad. La actividad económica y el progreso material deben ponerse al servicio del hombre y de la sociedad: dedicándose a ellos con la fe, la esperanza y la caridad de los discípulos de Cristo, la economía y el progreso pueden transformarse en lugares de salvación y de santificación. 277Cf. 843Cf. 647Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 1: AAS 73 (1981) 579. ap. Juan Pablo II, Carta ap. 9, 9-10: « iustitia est perpetua et constans voluntas ius suum unicuique tribuendi ». 488 Antes que un don de Dios al hombre y un proyecto humano conforme al designio divino, la paz es, ante todo, un atributo esencial de Dios: « Yahveh- Paz » (Jc 6,24). Gracias a éstas, la Iglesia puede comprender de forma más precisa al hombre en la sociedad, hablar a los hombres de su tiempo de modo más convincente y cumplir más eficazmente su tarea de encarnar, en la conciencia y en la sensibilidad social de nuestro tiempo, la Palabra de Dios y la fe, de la cual la doctrina social « arranca ».110, Este diálogo interdisciplinar solicita también a las ciencias a acoger las perspectivas de significado, de valor y de empeño que la doctrina social manifiesta y « a abrirse a horizontes más amplios al servicio de cada persona, conocida y amada en la plenitud de su vocación ».111, c) Expresión del ministerio de enseñanza de la Iglesia. Juan Pablo II, Discurso al Cuerpo Diplomático (9 de enero de 1995), 7: AAS 87 (1995) 849. Sollicitudo rei socialis, 38: AAS 80 (1988) 566. Son normas exigidas « por la tutela eficaz, en favor de todos los ciudadanos, de estos derechos, y por la pacífica composición de tales derechos; por la adecuada promoción de esa honesta paz pública, que es la ordenada convivencia en la verdadera justicia; y por la debida custodia de la moralidad pública ».863, 423 En razón de sus vínculos históricos y culturales con una Nación, una comunidad religiosa puede recibir un especial reconocimiento por parte del Estado: este reconocimiento no debe, en modo alguno, generar una discriminación de orden civil o social respecto a otros grupos religiosos.864 La visión de las relaciones entre los Estados y las organizaciones religiosas, promovida por el Concilio Vaticano II, corresponde a las exigencias del Estado de derecho y a las normas del derecho internacional.865 La Iglesia es perfectamente consciente de que no todos comparten esta visión: por desgracia, « numerosos Estados violan este derecho [a la libertad religiosa], hasta tal punto que dar, hacer dar la catequesis o recibirla llega a ser un delito susceptible de sanción ».866. Quaestiones disputatae v. volumenI Prima Pars Summae TheologiaeI-II Prima Secundae Partis Summae TheologiaeII-II Secunda Secundae Partis Summae TheologiaeIII Tertia Pars Summae Theologiae, Ab AbdíasAg AgeoAm AmósAp ApocalipsisBa Baruc1 Co 1 Corintios2 Co 2 CorintiosCol Colosenses1 Cro 1 Crónicas2 Cro 2 CrónicasCt CantarDn DanielDt DeuteronomioEf EfesiosEsd EsdrasEst EsterEx ExodoEz EzequielFlm FilemónFlp FilipensesGa GálatasGn GénesisHa HabacucHb HebreosHch HechosIs IsaíasJb JobJc JuecesJdt JuditJl JoelJn Evang. Desde esta perspectiva, la relación con Dios exige que se considere la vida del hombre sagrada e inviolable.216 El quinto mandamiento: « No matarás » (Ex 20,13; Dt 5,17) tiene valor porque sólo Dios es Señor de la vida y de la muerte.217 El respeto debido a la inviolabilidad y a la integridad de la vida física tiene su culmen en el mandamiento positivo: « Amarás a tu prójimo como a ti mismo » (Lv 19,18), con el cual Jesucristo obliga a hacerse cargo del prójimo (cf. Del amor nacen relaciones vividas como entrega gratuita, que « respetando y favoreciendo en todos y cada uno la dignidad personal como único título de valor, se hace acogida cordial, encuentro y diálogo, disponibilidad desinteresada, servicio generoso y solidaridad profunda ».492 La existencia de familias que viven con este espíritu pone al descubierto las carencias y contradicciones de una sociedad que tiende a privilegiar relaciones basadas principalmente, cuando no exclusivamente, en criterios de eficiencia y funcionalidad. 20. El mandamiento del amor recíproco traza el camino para vivir en Cristo la vida trinitaria en la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y transformar con Él la historia hasta su plenitud en la Jerusalén celeste. dogm. El terrorismo actúa y golpea a ciegas, fuera de las reglas con las que los hombres han tratado de regular sus conflictos, por ejemplo mediante el derecho internacional humanitario: « En muchos casos se admite como nuevo sistema de guerra el uso de los métodos del terrorismo ».1080 No se deben desatender las causas que originan esta inaceptable forma de reivindicación. Quadragesimo anno: AAS 23 (1931) 197. ap. 38Concilio Vaticano II, Const. 904Cf. No se nieguen a entregarse el uno al otro, a menos que se pongan de acuerdo para no tener relaciones sexuales por un tiempo y dedicarse a la oración. Ya que el misterio de Cristo ilumina el misterio del hombre, la razón da plenitud de sentido a la comprensión de la dignidad humana y de las exigencias morales que la tutelan. 487 La actitud que debe caracterizar al hombre ante la creación es esencialmente la de la gratitud y el reconocimiento: el mundo, en efecto, orienta hacia el misterio de Dios, que lo ha creado y lo sostiene. 717Juan Pablo II, Carta enc. 1. 54 Jesucristo revela que « Dios es amor » (1 Jn 4,8) y nos enseña que « la ley fundamental de la perfección humana, y, por tanto, de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor. Según el Nuevo Testamento, en efecto, la creación entera, junto con toda la humanidad, está también a la espera del Redentor: sometida a la caducidad, entre los gemidos y dolores del parto, aguarda llena de esperanza ser liberada de la corrupción (cf. 597León XIII, Carta enc. ap. 8 Este documento pretende presentar, de manera completa y sistemática, aunque sintética, la enseñanza social, que es fruto de la sabia reflexión magisterial y expresión del constante compromiso de la Iglesia, fiel a la Gracia de la salvación de Cristo y a la amorosa solicitud por la suerte de la humanidad. 1169Concilio Vaticano II, Const. 828Juan Pablo II, Discurso a la Asociación Nacional Italiana de Magistrados (31 de marzo de 2000), 4: AAS 92 (2000) 633. 971Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un Congreso Internacional sobre « Ambiente y salud » (24 de marzo de 1997), 2: L'Osservatore Romano, edición española, 11 de abril de 1997, p. 7. Esta Revelación responde de un modo inesperado y sorprendente a la búsqueda humana de lo divino, gracias a las acciones históricas, puntuales e incisivas, en las que se manifiesta el amor de Dios por el hombre. 31Concilio Vaticano II, Const. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 271. Esta revelación ilumina la dignidad y la libertad personal del hombre y de la mujer y la intrínseca sociabilidad humana en toda su profundidad: « Ser persona a imagen y semejanza de Dios comporta... existir en relación al otro “yo” »,36 porque Dios mismo, uno y trino, es comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es social todo pecado contra el bien común y contra sus exigencias, en toda la amplia esfera de los derechos y deberes de los ciudadanos. dogm. Libertatis conscientia, 97: AAS 79 (1987) 597. Is 58,3-11; Jr 7,4-7; Os 4,1-2; Am 2,6-7; Mi 2,1-2). 194Congregación para la Educación Católica, Orientaciones para el estudio y enseñanza de la doctrina social de la Iglesia en la formación de los sacerdotes, 27, Tipografía Políglota Vaticana, Roma 1988, p. 32. Queremos leer la Biblia juntos, orar juntos, ir a la iglesia juntos y servir juntos. Juan Pablo II, Discurso al Cuerpo Diplomático (16 enero 1993), 13: AAS 85 (1993) 1247-1248; cf. Lumen Gentium, 31: AAS 57 (1965) 37. Pablo VI, Carta ap. En consecuencia, debemos creer que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de solo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual ».42, 42 La transformación interior de la persona humana, en su progresiva conformación con Cristo, es el presupuesto esencial de una renovación real de sus relaciones con las demás personas: « Es preciso entonces apelar a las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia permanente de su conversión interior para obtener cambios sociales que estén realmente a su servicio. Sollicitudo rei socialis, 25: AAS 80 (1988) 543-544. 457Cf. Se encuentra, en primer lugar, el Magisterio universal del Papa y del Concilio: es este Magisterio el que determina la dirección y señala el desarrollo de la doctrina social. A cada una de estas actitudes podría añadirse, para caracterizarlas aún mejor, la expresión: “a cualquier precio” ».230, c) Universalidad del pecado y universalidad de la salvación. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 279-280. 853León XIII, Carta enc. 560Santa Sede, Carta de los derechos de la familia, art. Centesimus annus, 41: AAS 83 (1991) 844-845. Las « diez palabras » (Ex 34,28; cf. 1224Cf. Pío XII, Radiomensaje por el 50º Aniversario de la « Rerum novarum »: AAS 33 (1941) 199-200. León XIII, Carta enc. Gaudium et spes, 14: AAS 58 (1966) 1035; cf. Is 11,6-9) y al mismo Mesías se le llama « Príncipe de Paz » (Is 9,5). 472 En los últimos años se ha impuesto con fuerza la cuestión del uso de las nuevas biotecnologías con finalidades ligadas a la agricultura, la zootecnia, la medicina y la protección del medio ambiente. Todos tienen el derecho de participar en la vida económica y el deber de contribuir, según sus capacidades, al progreso del propio país y de la entera familia humana.696 Si, en alguna medida, todos son responsables de todos, cada uno tiene el deber de comprometerse en el desarrollo económico de todos: 697 es un deber de solidaridad y de justicia, pero también es la vía mejor para hacer progresar a toda la humanidad. 871Cf. La verdadera finalidad de estas medidas es abrir paso a la negociación y al diálogo. El consumismo impide « distinguir correctamente las nuevas y más elevadas formas de satisfacción de las nuevas necesidades humanas, que son un obstáculo para la formación de una personalidad madura ».746 Para contrastar este fenómeno es necesario esforzarse por construir « estilos de vida, a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un crecimiento común sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones ».747 Es innegable que las influencias del contexto social sobre los estilos de vida son notables: por ello el desafío cultural, que hoy presenta el consumismo, debe ser afrontado en forma más incisiva, sobre todo si se piensa en las generaciones futuras, que corren el riesgo de tener que vivir en un ambiente natural esquilmado a causa de un consumo excesivo y desordenado.748, a) La globalización: oportunidades y riesgos. Veritatis splendor, 51: AAS 85 (1993) 1175. Sollicitudo rei socialis, 38. El derecho a la propiedad se encuentra estrechamente ligado a la existencia de la familia, que se protege de las necesidades gracias también al ahorro y a la creación de una propiedad familiar.565 Diversas pueden ser las formas de llevar a efecto el salario familiar. 802Concilio Vaticano II, Const. No tendrás relaciones sexuales con tu nuera; es la mujer de tu hijo y no deberás tener relaciones sexuales con ella. Con frecuencia las prisiones se convierten incluso en escenario de nuevos crímenes. IbidemId. 4: Ed. Sollicitudo rei socialis, 17: AAS 80 (1988) 532. if(typeof ez_ad_units!='undefined'){ez_ad_units.push([[250,250],'holybiblia_com-leader-3','ezslot_10',135,'0','0'])};__ez_fad_position('div-gpt-ad-holybiblia_com-leader-3-0');Nota: la única prohibición que se encuentra en la biblia en el AT de cortarse el cabello aparte de cuando se realiza el voto nazareo es en honor a los muertos (Deuteronomio 14:1).if(typeof ez_ad_units!='undefined'){ez_ad_units.push([[300,250],'holybiblia_com-leader-2','ezslot_8',616,'0','0'])};__ez_fad_position('div-gpt-ad-holybiblia_com-leader-2-0'); Te puede interesar: ¿Puedo casarme con un incrédulo? Laborem exercens, 19: AAS 73 (1981) 625-629; Id., Exh. Este principio vale, en particular, con respeto al capital. Libertatis conscientia, 73: AAS 79 [1987] 586). 332Cf. ¿Pueden los ciudadanos estadounidenses vivir en Guam? 579 La esperanza cristiana confiere una fuerte determinación al compromiso en campo social, infundiendo confianza en la posibilidad de construir un mundo mejor, sabiendo bien que no puede existir un « paraíso perdurable aquí en la tierra ».1215 Los cristianos, especialmente los fieles laicos, deben comportarse de tal modo que « la virtud del Evangelio brille en la vida diaria, familiar y social. Resurge siempre en la vida de individuos y sociedades ».271, Sus preceptos, sin embargo, no son percibidos por todos con claridad e inmediatez. 8, 368-369); la « solertia » (solercia), es decir, la habilidad para afrontar los imprevistos actuando de forma objetiva, para orientar cualquier situación al servicio del bien, venciendo las tentaciones de la intemperancia, la injusticia, la vileza (cf. En un Estado democrático, en el que las decisiones se toman ordinariamente por mayoría entre los representantes de la voluntad popular, aquellos a quienes compete la responsabilidad de gobierno están obligados a fomentar el bien común del país, no sólo según las orientaciones de la mayoría, sino en la perspectiva del bien efectivo de todos los miembros de la comunidad civil, incluidas las minorías. 393Concilio Vaticano II, Decr. 697Cf. 45Concilio Vaticano II, Const. WebLa Biblia dice que la intención original de Dios fue que un hombre estuviera casado solo con una mujer, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y … 1063Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2000, 11: AAS 92 (2000) 363. La paz será entonces duradera, porque cuando el rey gobierna según la justicia de Dios, la rectitud brota y la paz abunda « hasta que no haya luna » (Sal 72,7). La intención del Apóstol Pablo en cuanto al cabello es dejar un principio que deben seguir los hombres y las mujeres cristianas y este es seguir el orden natural (1 Corintios 11:14). Juan XXIII, Carta enc. 1171Cf. Afirmar que la doctrina social debe encuadrarse en la teología más que en la filosofía, no significa ignorar o subestimar la función y el aporte filosófico. 394Catecismo de la Iglesia Católica, 2445. Concilio Vaticano II, Const. Populorum Progressio, 51-55. Sollicitudo rei socialis, 43: AAS 80 (1988) 574-575. 1007Cf. 199 La libertad es, en el hombre, signo eminente de la imagen divina y, como consecuencia, signo de la sublime dignidad de cada persona humana: 435 « La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. « En Jesucristo, el mundo visible, creado por Dios para el hombre (cf. Concierne a la persona humana en todas sus dimensiones: personal y social, espiritual y corpórea, histórica y trascendente. Se trata de la consecuencia de la realidad familiar fundada en el amor: naciendo del amor y creciendo en él, la solidaridad pertenece a la familia como elemento constitutivo y estructural. Está abierto también hacia el otro, a los demás hombres y al mundo, porque sólo en cuanto se comprende en referencia a un tú puede decir yo. Por su parte, estas personas, en cuanto bautizados, pueden y deben participar en la vida de la Iglesia: se les exhorta a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad a favor de la justicia y de la paz, a educar a los hijos en la fe, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar así, día a día, la gracia de Dios. En el Credo de Israel, afirmar que Dios es Creador no significa solamente expresar una convicción teorética, sino también captar el horizonte original del actuar gratuito y misericordioso del Señor en favor del hombre. past. past. Veritatis splendor, 97: AAS 85 (1993) 1209. Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. 361Juan Pablo II, Carta enc. Juan Pablo II, Discurso a la Quincuagésima Asamblea General de las Naciones Unidas (5 de octubre de 1995), 12, Tipografía Vaticana, p. 15. Esta convivencia adquiere todo su significado si está basada en la amistad civil y en la fraternidad.790 El campo del derecho, en efecto, es el de la tutela del interés y el respeto exterior, el de la protección de los bienes materiales y su distribución según reglas establecidas. Sollicitudo rei socialis, 43: AAS 80 (1988) 574-575. Ningún Estado puede por sí solo afrontarlos y resolverlos. Estas concepciones se revelan hoy, más que ayer, totalmente inadecuadas para interpretar los hechos, que demuestran cada día más el valor del trabajo como actividad libre y creativa del hombre. Apostolicam actuositatem, 7: AAS 58 (1966) 843-844. 12Cf. Gracias a ella se aplican correctamente los principios morales a los casos particulares. Más aún, puede llegar a negarse a sí misma, si no se abre a la fuerza más profunda que es el amor ».448 En efecto, junto al valor de la justicia, la doctrina social coloca el de la solidaridad, en cuanto vía privilegiada de la paz. Juan Pablo II, Carta enc. Catecismo de la Iglesia Católica, 1705. 205 Los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, nacen y se desarrollan de la fuente interior de la caridad: la convivencia humana resulta ordenada, fecunda en el bien y apropiada a la dignidad del hombre, cuando se funda en la verdad; cuando se realiza según la justicia, es decir, en el efectivo respeto de los derechos y en el leal cumplimiento de los respectivos deberes; cuando es realizada en la libertad que corresponde a la dignidad de los hombres, impulsados por su misma naturaleza racional a asumir la responsabilidad de sus propias acciones; cuando es vivificada por el amor, que hace sentir como propias las necesidades y las exigencias de los demás e intensifica cada vez más la comunión en los valores espirituales y la solicitud por las necesidades materiales.451 Estos valores constituyen los pilares que dan solidez y consistencia al edificio del vivir y del actuar: son valores que determinan la cualidad de toda acción e institución social. Evangelium vitae, 72.101: AAS 87 (1995) 484-485. 49-57. Si la justicia « es de por sí apta para servir de “árbitro” entre los hombres en la recíproca repartición de los bienes objetivos según una medida adecuada, el amor en cambio, y solamente el amor (también ese amor benigno que llamamos “misericordia”), es capaz de restituir el hombre a sí mismo ».1226 No se pueden regular las relaciones humanas únicamente con la medida de la justicia: « El cristiano sabe que el amor es el motivo por el cual Dios entra en relación con el hombre. La paz es el efecto de la bendición de Dios sobre su pueblo: « Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz » (Nm 6,26). Geraldo Majella Agnelo con ocasión de la Campaña de Fraternidad de la Conferencia Episcopal de Brasil, Discurso al Centro de las Naciones Unidas, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1986, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1969, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1982, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1972, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1974, Encuentro con los Colaboradores del Vicariato Romano, El comercio internacional de armas. La síntesis entre fe y vida requiere un camino regulado sabiamente por los elementos que caracterizan el itinerario cristiano: la adhesión a la Palabra de Dios; la celebración litúrgica del misterio cristiano; la oración personal; la experiencia eclesial auténtica, enriquecida por el particular servicio formativo de prudentes guías espirituales; el ejercicio de las virtudes sociales y el perseverante compromiso de formación cultural y profesional. 55Concilio Vaticano II, Const. Tampoco debe ser considerada como mera célula de un organismo dispuesto a reconocerle, a lo sumo, un papel funcional dentro de un sistema. 6, 55-63. Mc 1,12-13; Mt 4,1-11; Lc 4,1-13) para enseñarnos el modo de superarlas con su gracia. ¿Es pecado usar métodos anticonceptivos según la Biblia? Mater et magistra: AAS 53 (1961) 439; Concilio Vaticano II, Const. Mater et magistra: AAS 53 (1961) 455. El gobierno democrático, en efecto, se define a partir de la atribución, por parte del pueblo, de poderes y funciones, que deben ejercitarse en su nombre, por su cuenta y a su favor; es evidente, pues, que toda democracia debe ser participativa.408 Lo cual comporta que los diversos sujetos de la comunidad civil, en cualquiera de sus niveles, sean informados, escuchados e implicados en el ejercicio de las funciones que ésta desarrolla. 749Cf. La antropología cristiana permite un discernimiento de los problemas sociales, para los que no se puede hallar una solución correcta si no se tutela el carácter trascendente de la persona humana, plenamente revelado en la fe.1118 La acción social de los cristianos debe inspirarse en el principio fundamental de la centralidad del hombre.1119 De la exigencia de promover la identidad integral del hombre brota la propuesta de los grandes valores que presiden una convivencia ordenada y fecunda: verdad, justicia, amor, libertad.1120 La pastoral social se esfuerza para que la renovación de la vida pública esté ligada a un efectivo respeto de estos valores. Pablo VI, Carta ap. 255 El Antiguo Testamento presenta a Dios como Creador omnipotente (cf. 201Pío XII, Radiomensaje de Navidad (24 de diciembre de 1944), 11: AAS 37 (1945) 5. 472Cf. 1071Cf. Concilio Vaticano II, Const. 792Cf. 865Cf. Pío XI, Carta enc. b) Las relaciones entre trabajo y capital. Juan Pablo II, Carta enc. El actuar humano, cuando tiende a promover la dignidad y la vocación integral de la persona, la calidad de sus condiciones de existencia, el encuentro y la solidaridad de los pueblos y de las Naciones, es conforme al designio de Dios, que no deja nunca de mostrar su Amor y su Providencia para con sus hijos. 449 Al comienzo del nuevo milenio, la pobreza de miles de millones de hombres y mujeres es « la cuestión que, más que cualquier otra, interpela nuestra conciencia humana y cristiana ».935 La pobreza manifiesta un dramático problema de justicia: la pobreza, en sus diversas formas y consecuencias, se caracteriza por un crecimiento desigual y no reconoce a cada pueblo el « igual derecho a “sentarse a la mesa del banquete común” ».936 Esta pobreza hace imposible la realización de aquel humanismo pleno que la Iglesia auspicia y propone, a fin de que las personas y los pueblos puedan « ser más » 937 y vivir en « condiciones más humanas ».938, La lucha contra la pobreza encuentra una fuerte motivación en la opción o amor preferencial de la Iglesia por los pobres.939 En toda su enseñanza social, la Iglesia no se cansa de confirmar también otros principios fundamentales: primero entre todos, el destino universal de los bienes.940 Con la constante reafirmación del principio de la solidaridad, la doctrina social insta a pasar a la acción para promover « el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos ».941 El principio de solidaridad, también en la lucha contra la pobreza, debe ir siempre acompañado oportunamente por el de subsidiaridad, gracias al cual es posible estimular el espíritu de iniciativa, base fundamental de todo desarrollo socioeconómico, en los mismos países pobres: 942 a los pobres se les debe mirar « no como un problema, sino como los que pueden llegar a ser sujetos y protagonistas de un futuro nuevo y más humano para todo el mundo ».943, 450 El derecho al desarrollo debe tenerse en cuenta en las cuestiones vinculadas a la crisis deudora de muchos países pobres.944 Esta crisis tiene en su origen causas complejas de naturaleza diversa, tanto de carácter internacional —fluctuación de los cambios, especulación financiera, neocolonialismo económico— como internas a los países endeudados —corrupción, mala gestión del dinero público, utilización distorsionada de los préstamos recibidos—. Un hombre con una mujer, una mujer con un hombre. Gaudium et spes, 29: AAS 58 (1966) 1048-1049. 10-11; Catecismo de la Iglesia Católica, 2223. Mt 27,45.51; 28,2). Laborem exercens: AAS 73 (1981) 577-647. WebAl investigar este tema, la estimación más común es que hay alrededor de 2000 a 3000 personas de 7 pies (o más) de altura en el mundo. 605Cf. ap. Christifideles laici, 62: AAS 81 (1989) 516-517. La vida y la muerte de las personas parecen estar confiadas únicamente al progreso científico y tecnológico, que avanza mucho más rápidamente que la capacidad humana de establecer sus fines y evaluar sus costos. 39: AAS 80 (1988) 561- 564. El Señor ha querido a la persona humana como su interlocutor: sólo en el diálogo con Dios la criatura humana encuentra la propia verdad, en la que halla inspiración y normas para proyectar el futuro del mundo, un jardín que Dios le ha dado para que sea cultivado y custodiado (cf. 433- 435; Congregación para la Educación Católica, Orientaciones para el estudio y enseñanza de la doctrina social de la Iglesia en la formación de los sacerdotes, 40, Tipografía Políglota Vaticana, Roma 1988, p. 41. 1130Cf. De la misma manera, la mujer con su esposo. Pablo VI, Carta. Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1993, 3: AAS 85 (1993) 431-433. 1067Juan Pablo II, Mensaje en el 40º aniversario de la ONU (14 de octubre de 1985), 6: L'Osservatore Romano, edición española, 3 de noviembre de 1985, p. 12. Gracias a ella conocemos lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. 395 El sujeto de la autoridad política es el pueblo, considerado en su totalidad como titular de la soberanía. Octogesima adveniens, 22. Evangelium vitae, 71: AAS 87 (1995) 483. El servicio a la persona humana2. Asà es como Dios contempla al matrimonio. Sólo la aparición de la mujer, es decir, de un ser que es hueso de sus huesos y carne de su carne (cf. Los investigadores encontraron que los adultos más bajos (menos de 5 pies y 3 pulgadas) tenían un mayor riesgo de tener y morir a causa de una enfermedad cardiovascular que las personas más altas. Centesimus annus, 57: AAS 83 (1991) 862-863. El dinamismo de la vida económica, por otra parte, se desarrolla a partir de la iniciativa de las personas y se realiza, como círculos concéntricos, en redes cada vez más amplias de producción e intercambio de bienes y servicios, que involucran de forma creciente a las familias. Catecismo de la Iglesia Católica, 373. « El hombre, redimido por Cristo y hecho, en el Espíritu Santo, nueva criatura, puede y debe amar las cosas creadas por Dios. Concilio Vaticano II, Const. b) Fecundar y fermentar la sociedad con el Evangelio, 62 Con su enseñanza social, la Iglesia quiere anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja red de las relaciones sociales. Evangelium vitae, 19: AAS 87 (1995) 421-422. por ejem. Estas relaciones no están siempre en sintonía con el designio de Dios, que quiere en el mundo justicia, libertad y paz entre los individuos, los grupos y los pueblos ».227, 119 Las consecuencias del pecado alimentan las estructuras de pecado. 209 La importancia y la centralidad de la familia, en orden a la persona y a la sociedad, está repetidamente subrayada en la Sagrada Escritura: « No está bien que el hombre esté solo » (Gn 2,18). 1703. 328 Los bienes, aun cuando son poseídos legítimamente, conservan siempre un destino universal. past. Centesimus annus, 47: AAS 83 (1991) 851-852; cf. 312 La globalización de la economía, con la liberación de los mercados, la acentuación de la competencia, el crecimiento de empresas especializadas en el abastecimiento de productos y servicios, requiere una mayor flexibilidad en el mercado de trabajo y en la organización y gestión de los procesos productivos. Centesimus annus, 46: AAS 83 (1991) 850-851; Juan XXIII, Carta enc. Amar significa dar y recibir lo que no se puede comprar ni vender, sino sólo regalar libre y recíprocamente ».491, Gracias al amor, realidad esencial para definir el matrimonio y la familia, cada persona, hombre y mujer, es reconocida, aceptada y respetada en su dignidad. Populorum Progressio, 14: AAS 59 (1967) 264. IdemInstr. Estos deben comportarse como ministros de la providencia divina ».773, El mensaje bíblico inspira incesantemente el pensamiento cristiano sobre el poder político, recordando que éste procede de Dios y es parte integrante del orden creado por Él. Dios ha dado a conocer su voluntad a este respecto. En la narración de Lucas, Jesús describe su ministerio mesiánico con las palabras de Isaías que reclaman el significado profético del jubileo: « El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor » (4,18-19; cf. Populorum Progressio, 48: AAS 59 (1967) 281; Pontificia Comisión « Iustitia et Pax », Al servicio de la comunidad humana: una consideración ética de la deuda internacional (27 de diciembre de 1986), I,1, Tipografía Políglota Vaticana, Ciudad del Vaticano 1986, pp. En esta perspectiva, se consideró muy útil la publicación de un documento que ilustrase las líneas fundamentales de la doctrina social de la Iglesia y la relación existente entre esta doctrina y la nueva evangelización.6 El Pontificio Consejo « Justicia y Paz », que lo ha elaborado y del cual asume plenamente la responsabilidad, se ha servido para esta obra de una amplia consulta, implicando a sus Miembros y Consultores, algunos Dicasterios de la Curia Romana, las Conferencias Episcopales de varios países, Obispos y expertos en las cuestiones tratadas. En ese período de tiempo, se hace abstención de bebidas embriagantes (Números 6:1-4), no se puede tocar muertos (Números 6:6-7), ni comer alimentos sucios (Jueces 13: 4-7) y no se podía cortar el cabello después del inicio del voto (Números 6:5) y al finalizar el tiempo de consagración debía raparse el cabello (Números 6:13-18). ¿Qué altura es lo suficientemente alto para un hombre? 151León XIII, Carta enc. La necesidad de conferir un carácter institucional al matrimonio, fundándolo sobre un acto público, social y jurídicamente reconocido, deriva de exigencias básicas de naturaleza social. 738Cf. past. 1033Cf. 22. 126 La fe cristiana, que invita a buscar en todas partes cuanto haya de bueno y digno del hombre (cf. Desde esta perspectiva, todo hombre de buena voluntad puede entrever los vastos horizontes de la justicia y del desarrollo humano en la verdad y en el bien. 1026Cf. 345Cf. 1077Cf. Las minorías tienen también deberes que cumplir, entre los cuales se encuentra, sobre todo, la cooperación al bien común del Estado en que se hallan insertos. Juan Pablo II, Carta enc. 133 En ningún caso la persona humana puede ser instrumentalizada para fines ajenos a su mismo desarrollo, que puede realizar plena y definitivamente sólo en Dios y en su proyecto salvífico: el hombre, en efecto, en su interioridad, trasciende el universo y es la única criatura que Dios ha amado por sí misma.249 Por esta razón, ni su vida, ni el desarrollo de su pensamiento, ni sus bienes, ni cuantos comparten sus vicisitudes personales y familiares pueden ser sometidos a injustas restricciones en el ejercicio de sus derechos y de su libertad. 616Cf. Juan Pablo II, Motu proprio Socialium Scientiarum (1º de enero de 1994): AAS 86 (1994) 209. if(typeof ez_ad_units!='undefined'){ez_ad_units.push([[300,250],'holybiblia_com-large-leaderboard-2','ezslot_3',133,'0','0'])};__ez_fad_position('div-gpt-ad-holybiblia_com-large-leaderboard-2-0');Te puede interesar: el noviazgo cristiano, el divorcio en la biblia. Juan Pablo II, Carta enc. En este ámbito, especialmente en los decenios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los católicos, en diversos países, han sabido desarrollar un elevado compromiso, que da testimonio, hoy con evidencia cada vez mayor, de la consistencia de su inspiración y de su patrimonio de valores. 613Catecismo de la Iglesia Católica, 2186. B) APERTURA A LA TRASCENDENCIA Y UNICIDAD DE LA PERSONA. 225Juan Pablo II, Exh. 311Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1999, 3: AAS 91 (1999) 379. La Iglesia es entre los hombres el icono viviente del Buen Pastor, que busca y encuentra al hombre allí donde está, en la condición existencial e histórica de su vida. Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. El mundo del trabajo, profundamente modificado por las modernas conquistas tecnológicas, ha alcanzado niveles extraordinarios de calidad, pero desafortunadamente registra también formas inéditas de precariedad, de explotación e incluso de esclavitud, en las mismas sociedades "opulentas". El plan divino de salvación no coloca a la criatura humana en un estado de mera pasividad o de minoría de edad respecto a su Creador, porque la relación con Dios, que Jesucristo nos manifiesta y en la cual nos introduce gratuitamente por obra del Espíritu Santo, es una relación de filiación: la misma que Jesús vive con respecto al Padre (cf. Summi Pontificatus: AAS 31 [1939] 426- 427), el término « solidaridad » se emplea con frecuencia creciente y cada vez con mayor amplitud de significado: desde el de « ley », en la misma Encíclica, al de « principio » (cf. « Gloria Dei vivens homo »: el hombre que vive en plenitud su dignidad da gloria a Dios, que se la ha donado. De este modo, San Pablo, con eficaz sencillez, indica la razón fundamental que impulsa a los cristianos hacia una vida y una misión de paz. Gaudium et spes, 30-31: AAS 58 (1966) 1049-1050; Juan Pablo II, Carta enc. 513 El terrorismo es una de las formas más brutales de violencia que actualmente perturba a la Comunidad Internacional, pues siembra odio, muerte, deseo de venganza y de represalia.1078 De estrategia subversiva, típica sólo de algunas organizaciones extremistas, dirigida a la destrucción de las cosas y al asesinato de las personas, el terrorismo se ha transformado en una red oscura de complicidades políticas, que utiliza también sofisticados medios técnicos, se vale frecuentemente de ingentes cantidades de recursos financieros y elabora estrategias a gran escala, atacando personas totalmente inocentes, víctimas casuales de las acciones terroristas.1079 Los objetivos de los ataques terroristas son, en general, los lugares de la vida cotidiana y no objetivos militares en el contexto de una guerra declarada. Además de sentirse atraído físicamente por las mujeres más altas debido a su apariencia y las preferencias personales de los hombres, la mayoría de los chicos a los que les gustan las chicas altas lo hacen porque también son altas. Juan Pablo II, Discurso en la Audiencia a la ACLI (27 de abril de 2002), 4: L'Osservatore Romano, edición española, 10 de mayo de 2002, p. 10. Pertenece a la conciencia individual y a la responsabilidad pública establecer una justa relación entre medios y fines.728 La utilidad individual del agente económico, aunque legítima, no debe jamás convertirse en el único objetivo. El trabajo, por tanto, también tiene una dimensión universal, en cuanto se funda en el carácter relacional del hombre. Juan Pablo II, Carta enc. 17Cf. 142Cf. 1120Cf. a) La importancia de la familia para la persona, 212 La familia es importante y central en relación a la persona. 1180Juan Pablo II, Carta enc. 4. 1050Catecismo de la Iglesia Católica, 2309. 1062Juan Pablo II, Regina coeli (18 de abril de 1993), 3: L'Osservatore Romano, edición española, 23 de abril de 1993, p. 12; cf. Rerum novarum: Acta Leonis XIII, 11 (1892) 143. cf. La enseñanza social de la Iglesia no es una intromisión en el gobierno de los diferentes países. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 257-304. Gn 1,28-29). 10-15. Juan XXIII, en la encíclica « Mater et magistra »,164 « trata de actualizar los documentos ya conocidos y dar un nuevo paso adelante en el proceso de compromiso de toda la comunidad cristiana ».165 Las palabras clave de la encíclica son comunidad y socialización: 166 la Iglesia está llamada a colaborar con todos los hombres en la verdad, en la justicia y en el amor, para construir una auténtica comunión. Por otra parte, en su constante atención a la historia, dejándose interpelar por los eventos que en ella se producen, la doctrina social de la Iglesia manifiesta una capacidad de renovación continua. Concilio Vaticano II, Const. La Iglesia y la comunidad política, en efecto, se expresan mediante formas organizativas que no constituyen un fin en sí mismas, sino que están al servicio del hombre, para permitirle el pleno ejercicio de sus derechos, inherentes a su identidad de ciudadano y de cristiano, y un correcto cumplimiento de los correspondientes deberes. En el clima de afecto natural que une a los miembros de una comunidad familiar, las personas son reconocidas y responsabilizadas en su integridad: « La primera estructura fundamental a favor de la “ecología humana” es la familia, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende qué quiere decir amar y ser amado y, por consiguiente, qué quiere decir en concreto ser una persona ».467 Las obligaciones de sus miembros no están limitadas por los términos de un contrato, sino que derivan de la esencia misma de la familia, fundada sobre un pacto conyugal irrevocable y estructurada por las relaciones que derivan de la generación o adopción de los hijos. Las parejas casadas con familia numerosa, tienen derecho a una ayuda adecuada y no deben ser discriminadas ».538, 238 Con la obra educativa, la familia forma al hombre en la plenitud de su dignidad, según todas sus dimensiones, comprendida la social. Mater et magistra: AAS 53 (1961) 426. Lumen Gentium, 11: AAS 57 (1965) 15. Novo millennio ineunte, 49-51: AAS 93 (2001) 302-304. distinctioDecr. Una reflexión sobre la Shoah (16 de marzo de 1998): L'Osservatore Romano, edición española, 20 de marzo de 1998, pp. WebLa Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América [b] (cuyo título oficial es The unanimous declaration of the thirteen United States of America) [a] es un documento redactado por el segundo Congreso Continental —en la Cámara Estatal de Pensilvania (ahora Salón de la Independencia) en Filadelfia el 4 de julio de 1776— que proclamó que las Trece … 779Cf. Gaudium et spes: AAS 58 (1966) 1025- 1120. Redemptoris missio, 11: AAS 83 (1991) 259-260. Leon. ap. Juan XXIII, Carta enc. 1073La Santa Sede ha querido ser parte de los instrumentos jurídicos relativos a las armas nucleares, biológicas y químicas para apoyar las iniciativas de la Comunidad Internacional en este sentido. Lazos de orden teológico, ya que no se puede disociar el plan de la creación del plan de la redención, que llega hasta situaciones muy concretas de injusticia, a la que hay que combatir, y de justicia, que hay que restaurar. 38 La salvación que, por iniciativa de Dios Padre, se ofrece en Jesucristo y se actualiza y difunde por obra del Espíritu Santo, es salvación para todos los hombres y de todo el hombre: es salvación universal e integral. Juan Pablo II, Discurso a un grupo de estudio de la Pontificia Academia de las Ciencias (6 de noviembre de 1987): L'Osservatore Romano, edición española, 6 de diciembre de 1987, p. 18. Catecismo de la Iglesia Católica, 1928-1942. Y sin embargo, las enfermedades del corazón son una causa principal de los fallecimientos. 901Cf. 1115Pablo VI, Carta ap. (Levítico 14: 8-9), está era la ley para los leprosos, al ser sanados de la enfermedad debían seguir una ceremonia en la cual eran declarados limpios e incluía raparse la cabeza. En la actualidad, el término « capital » tiene diversas acepciones: en ciertas ocasiones indica los medios materiales de producción de una empresa; en otras, los recursos financieros invertidos en una iniciativa productiva o también, en operaciones de mercados bursátiles. El límite y la relación entre naturaleza, técnica y moral son cuestiones que interpelan fuertemente la responsabilidad personal y colectiva en relación a los comportamientos que se deben adoptar respecto a lo que el hombre es, a lo que puede hacer y a lo que debe ser. Familiaris consortio, 36: AAS 74 (1982) 127. Catecismo de la Iglesia Católica, 2375. Sollicitudo rei socialis, 44-45: AAS 80 (1988) 575-578. Apertura a la trascendencia y unicidad de la persona, a) Abierta a la trascendenciab) Única e irrepetiblec) El respeto de la dignidad humana, a) Valor y límites de la libertadb) El vínculo de la libertad con la verdad y la ley natural, D. La igual dignidad de todas las personas, a) El valor de los derechos humanosb) La especificación de los derechosc) Derechos y deberesd) Derechos de los pueblos y de las Nacionese) Colmar la distancia entre la letra y el espíritu, CAPÍTULO CUARTOLOS PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, a) Significado y aplicaciones principalesb) La responsabilidad de todos por el bien comúnc) Las tareas de la comunidad política, a) Origen y significadob) Destino universal de los bienes y propiedad privadac) Destino universal de los bienes y opción preferencial por los pobres, a) Origen y significadob) Indicaciones concretas, a) Significado y valorb) Participación y democracia, a) Significado y valorb) La solidaridad como principio social y como virtud moralc) Solidaridad y crecimiento común de los hombresd) La solidaridad en la vida y en el mensaje de Jesucristo, VII. El asombro ante el misterio de la grandeza del hombre hace exclamar al salmista: « ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán, para que de él te cuides? 668Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 59: AAS 83 (1991) 864. 896Juan XXIII, Carta enc. WebWikilibros (es.wikibooks.org) es un proyecto de Wikimedia para crear de forma colaborativa libros de texto, tutoriales, manuales de aprendizaje y otros tipos similares de libros que no son de ficción. Ml 2,14-15). b) La salvación cristiana: para todos los hombres y de todo el hombre. Esto comporta una consecuencia fundamental sobre los procesos productivos: la propiedad está cada vez más lejos, a menudo indiferente a los efectos sociales de las opciones que realiza. ap. ap. Estos tres niveles definen implícitamente también el método propio y la estructura epistemológica específica de la doctrina social de la Iglesia. La tecnología que contamina, también puede descontaminar; la producción que acumula, también puede distribuir equitativamente, a condición de que prevalezca la ética del respeto a la vida, a la dignidad del hombre y a los derechos de las generaciones humanas presentes y futuras ».978, 466 La tutela del medio ambiente constituye un desafío para la entera humanidad: se trata del deber, común y universal, de respetar un bien colectivo,979 destinado a todos, impidiendo que se puedan « utilizar impunemente las diversas categorías de seres, vivos o inanimados —animales, plantas, elementos naturales—, como mejor apetezca, según las propias exigencias ».980 Es una responsabilidad que debe crecer, teniendo en cuenta la globalidad de la actual crisis ecológica y la consiguiente necesidad de afrontarla globalmente, ya que todos los seres dependen unos de otros en el orden universal establecido por el Creador: « Conviene tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado, que es precisamente el cosmos ».981. 1110Juan Pablo II, Carta enc. Evangelii nuntiandi, 37: AAS 68 (1976) 29. Era necesario un renovado discernimiento de la situación, capaz de delinear soluciones apropiadas a problemas inusitados e inexplorados. ¿Cuál es una altura aceptable para un hombre? 707Juan Pablo II, Carta enc. 876Juan Pablo II, Carta enc. 58Cf. Jr 31,31-34). Estos constituyen una norma objetiva que es el fundamento del derecho positivo y que no puede ser ignorada por la comunidad política, porque la persona es, desde el punto de vista ontológico y como finalidad, anterior a aquélla: el derecho positivo debe garantizar la satisfacción de las exigencias humanas fundamentales. Concilio Vaticano II, Const. 972Cf. Congregación para la Educación Católica, Orientaciones para el estudio y enseñanza de la doctrina social de la Iglesia en la formación de los sacerdotes, 47, Tipografía Políglota Vaticana, Roma 1988, p. 45. En esta Constitución, « en sintonía con la renovación eclesiológica, se refleja una nueva concepción de ser comunidad de creyentes y pueblo de Dios. Quadragesimo anno: AAS 23 (1931) 193-194. Mt 20,1-16), es la índole secular de su seguimiento de Cristo, que se realiza precisamente en el mundo: « A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios ».1139 Mediante el Bautismo, los laicos son injertados en Cristo y hechos partícipes de su vida y de su misión, según su peculiar identidad: « Con el nombre de laicos se designan aquí todos los fieles cristianos, a excepción de los miembros del orden sagrado y los del estado religioso aprobado por la Iglesia. Los partidos deben ser democráticos en su estructura interna, capaces de síntesis política y con visión de futuro. Juan Pablo II, Carta enc. Juan Pablo II, Carta enc. Definir « mártires » a quienes mueren cumpliendo actos terroristas es subvertir el concepto de martirio, ya que éste es un testimonio de quien se deja matar por no renunciar a Dios y a su amor, no de quien asesina en nombre de Dios. 731Juan Pablo II, Carta enc. 936Juan Pablo II, Carta enc. ap. RENATO RAFFAELE MARTINOPresidente del Pontificio Consejo « Justicia y Paz »CIUDAD DEL VATICANO. Centesimus annus, 39: AAS 83 (1991) 842. Esta dimensión no es expresión limitativa, sino integral de la salvación.82 Lo sobrenatural no debe ser concebido como una entidad o un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste, de tal manera que nada del orden de la creación y de lo humano es extraño o queda excluido del orden sobrenatural y teologal de la fe y de la gracia, sino más bien es en él reconocido, asumido y elevado. 10, Tipografía Políglota Vaticana, Ciudad del Vaticano 1983, p. 14. Gaudium et spes, 32: AAS 58 (1966) 1051. 885Cf. 191Juan Pablo II, Carta enc. Por tanto, sólo una decisión de los organismos competentes, basada en averiguaciones exhaustivas y con fundados motivos, puede otorgar legitimación internacional al uso de la fuerza armada, autorizando una injerencia en la esfera de la soberanía propia de un Estado, en cuanto identifica determinadas situaciones como una amenaza para la paz. Juan Pablo II, Exh. Estos principios tienen un significado profundamente moral porque remiten a los fundamentos últimos y ordenadores de la vida social. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 291. ¿Quién soy yo? Leon. ibíd., 8,19-22)— adquiere nuevamente el vínculo original con la misma fuente divina de la Sabiduría y del Amor ».575 De esta manera, es decir, esclareciendo en progresión ascendente, « la inescrutable riqueza de Cristo » (Ef 3,8) en la creación, el trabajo humano se transforma en un servicio a la grandeza de Dios. Brota de la aspiración profunda del hombre a la verdad y está a la base de la búsqueda libre y personal que el hombre realiza sobre lo divino ».18. past. Pablo VI, Carta enc. LA ACCIÓN LIBERADORA DE DIOS EN LA HISTORIA DE ISRAEL, a) La cercanía gratuita de Diosb) Principio de la creación y acción gratuita de Dios, II. c) La aplicación del principio de subsidiaridad. La urgencia de un efectivo reconocimiento de los derechos de la mujer en el trabajo se advierte especialmente en los aspectos de la retribución, la seguridad y la previsión social.638. 401 La doctrina social indica los criterios para el ejercicio del derecho de resistencia: « La resistencia a la opresión de quienes gobiernan no podrá recurrir legítimamente a las armas sino cuando se reúnan las condiciones siguientes: 1) en caso de violaciones ciertas, graves y prolongadas de los derechos fundamentales; 2) después de haber agotado todos los otros recursos; 3) sin provocar desórdenes peores; 4) que haya esperanza fundada de éxito; 5) si es imposible prever razonablemente soluciones mejores ».824 La lucha armada debe considerarse un remedio extremo para poner fin a una « tiranía evidente y prolongada que atentase gravemente a los derechos fundamentales de la persona y dañase peligrosamente el bien común del país ».825 La gravedad de los peligros que el recurso a la violencia comporta hoy evidencia que es siempre preferible el camino de la resistencia pasiva, « más conforme con los principios morales y no menos prometedor del éxito ».826, 402 Para tutelar el bien común, la autoridad pública legítima tiene el derecho y el deber de conminar penas proporcionadas a la gravedad de los delitos.827 El Estado tiene la doble tarea de reprimir los comportamientos lesivos de los derechos del hombre y de las reglas fundamentales de la convivencia civil, y remediar, mediante el sistema de las penas, el desorden causado por la acción delictiva.
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